Se trata de un interesante artículo de Adelaida del Campo, publicado por confilegal.com y que podéis leer en su integridad en https://confilegal.com/20190119-justicia-restaurativa-un-camino-por-explorar/

La justicia restaurativa es la respuesta ante la criminalidad que se centra en la resolución de los problemas derivados de un delito, de manera que las víctimas, los delincuentes y la comunidad se unen para solucionar los conflictos provocados, como el sufrimiento de la víctima, la responsabilidad del delincuente y los daños a la comunidad.

Este tipo de justicia se utiliza en muchos países para delitos menores pero también tras el final de guerras y enfrentamientos violentos, como en el caso de Sudáfrica, Colombia o Kosovo.

La justicia restaurativa, que incluye la mediación directa y la resolución de conflictos convierte al delincuente en responsable ante sí mismo, su delito y las otras partes afectadas, al mismo tiempo que le brinda aprendizaje de vida respetuosa con la ley como alternativa real a la criminalidad.

La adopción del término se le atribuye generalmente al psicólogo estadounidense Albert Eglash, en su artículo de 1959 Restitución creativa: sus raíces en la psiquiatría, la religión y la ley, planteado desde la perspectiva de justicia retributiva o centrada en el castigo y justicia de rehabilitación o centrada en la reforma personal.

La justicia restaurativa considera el crimen como algo más que una simple violación de la ley, un delito contra la autoridad gubernamental.

Lo presenta como una violación de las relaciones humanas que lesiona a las víctimas, a las comunidades e incluso a los delincuentes, cada uno de ellos de diferente manera y con diferentes necesidades que deben observarse para que comience la curación.

El crimen perturba el sentido de confianza de la sociedad y con frecuencia desemboca en sentimientos de sospecha, separación y discriminación. El crimen crea divisiones entre amigos, familiares, vecinos y comunidades.

A menudo produce una relación hostil donde no existía ninguna relación previa. Un resultado del crimen que a menudo se pasa por alto es que la víctima y el agresor tienen una relación, tienen una experiencia dolorosa y negativa en común que si no se resuelve, afecta negativamente el bienestar de ambos.

La justicia restaurativa requiere restauración para las víctimas, los delincuentes y las comunidades afectadas por el crimen.

Para promover la sanación, la sociedad debe responder a las necesidades de las partes victimizadas, así como a las responsabilidades de los delincuentes.

A los agentes de la justicia tradicional les cuesta mucho aceptar la viabilidad de la justicia restaurativa.

Esta justicia también sirve como una alternativa a la justicia retributiva (que considera el delito principalmente como acto que viola las leyes penales establecidas por los gobiernos) y la justicia de rehabilitación (que tiene un enfoque terapéutico que aborda la necesidad de tratamiento de un delincuente).

Esencialmente, ambas perspectivas se concentran en las reglas y leyes con respecto a las acciones de los delincuentes.

El Estado es visto como la víctima en ambos sistemas, y el delincuente es responsabilizado mediante el castigo (en el sistema retributivo) o el tratamiento (en el modelo de rehabilitación). Sin embargo las víctimas, en el mejor de los casos, se convierten en una preocupación secundaria, sirviendo generalmente como testigos del Estado.

En comparación con la justicia retributiva y de rehabilitación, la justicia restaurativa otorga una importancia mucho mayor a la participación de los protagonistas, de manera que tanto la víctima como el delincuente asumen un papel activo.

Las víctimas pueden hacer preguntas y recibir respuestas.

Se alienta a los delincuentes a comprender las consecuencias perjudiciales de su comportamiento.

Reconocen su culpabilidad y se responsabilizan de hacer las paces.

Se alientan los esfuerzos de la comunidad para reparar las lesiones de víctimas y delincuentes.

Mientras la justicia retributiva a menudo libera al delincuente de la obligación de reconocer la culpa o de pagar a la víctima y la comunidad, la justicia restaurativa busca corregir el daño que se ha cometido y repararlo.

Sin embargo, cuando la prisión es necesaria para la seguridad pública, debe ser parte de la resolución. Los ejemplos de resultados de justicia restaurativa incluyen la restitución, el servicio a la comunidad y la reconciliación víctima-delincuente.

El componente más utilizado de la restauración es la restitución, porque la forma más obvia de responsabilizar a los delincuentes por las lesiones que causan es que hagan una restitución a las víctimas.

Si bien la restitución proporciona una vía para la recuperación de las pérdidas, su importancia real radica en el reconocimiento del error y una declaración de responsabilidad.

La restitución también ayuda a los delincuentes a enfrentar su culpabilidad de una manera constructiva, y apoya a la comunidad al poner a menos delincuentes no violentos tras las rejas.

Los defensores de la restitución sugieren que esto se traduce en tasas más bajas de reincidencia (una tendencia hacia el comportamiento criminal crónico) entre los delincuentes.